Bellmunt del Priorat

Observación, inspiración, respeto

La entrada a Mas d’en Gil conmueve. Pocos metros después de dejar la carretera, se abre a la vista la amplitud de una finca que es la esencia del Priorat. Terrazas de viña, lienzos de avellanos, hileras de olivos: la estética guarda un orden sencillo y lleno de un sentido invisible y palpable. El camino va bordeando hacia la casa, que se divisa al fondo, defendida por siluetas montañosas. Hay una sensación de altura y claridad y los vientos transportan olores de sotobosque, hinojo, madera y piedra.

La tierra inspira la organización de Mas d’en Gil. Los diferentes terroirs, orientaciones y microclimas determinan los cultivos, las funciones y los edificios que se han ido construyendo. Hay una voluntad de aprovechamiento y respeto, y un pacto tácito y arduo con la naturaleza: cuidar y escuchar la tierra. Así ha sido y así es, hoy con la energía nueva que aporta la integración de la agricultura biodinámica.

La identidad de Bellmunt

El “bell munt”, la icónica y atractiva montaña que enmarca Mas d’en Gil, da nombre a nuestro pueblo, Bellmunt del Priorat, el municipio que cierra por el sur la DOQ Priorat.
Situado a tan sólo un kilómetro de la finca, el núcleo del pueblo es una hilera de casas encaramada entre dos barrancos que bajan hacia el río Siurana. Bellmunt mantiene una economía agraria de origen ancestral y es a la vez una población conocida por unas famosas minas que ya se explotaban en la época romana. A partir del siglo XVI, el mineral que se extraía se utilizaba para elaborar la afamada cerámica de Reus. El edificio más interesante del pueblo es precisamente la antigua sede de la dirección de las minas, la Casa de les Mines, de 1905, la mejor muestra de arquitectura modernista del Priorat. Actualmente, Bellmunt ronda los 250 habitantes.

La música de la garbinada

La posición de Mas d’en Gil, y por extensión de todo el término de Bellmunt, se ve favorecida por un factor climático diferencial, de extrema importancia en verano: la fácil entrada de la garbinada, la brisa refrescante procedente del sudeste, del Mediterráneo, que en las tardes más tórridas ayuda a las plantas a absorber la humedad necesaria para seguir madurando.

La garbinada es tacto y es sonido, y su murmullo suave es la música que acaricia los pámpanos de la vid y las hojas plateadas de los olivos.

El dinamismo de la vida

La práctica de la biodinámica, que marca el pulso agrario de Mas d’en Gil, continúa y profesionaliza lo que ya hicieron los antecesores de nuestra familia en la dirección de la finca. A partir de la observación y comprensión del entorno, buscamos la sinergia entre los elementos físicos del lugar, los componentes intangibles del ambiente, la vida visible y microscópica.

Facilitar la interacción, hacer posible la armonía, expresar transparencia y carácter. Trabajamos las viñas siguiendo el calendario lunar y los preceptos biodinámicos, y contamos con la energía de una caballería imprescindible: la mula Clara es a la vez un símbolo y un motor de esta búsqueda de la pureza.

El ritmo de los cultivos

Mas d’en Gil es un ritmo coherente y constante de cultivos, usos y momentos que, a lo largo del año, dan sentido a la finca, entendida como intervención respetuosa en la naturaleza. La diversidad de vegetación y de cultivos da equilibrio y riqueza de matices, y desde la vertiente práctica permite combinar las tareas del campo.

El cultivo dominante es la vid, repartida en 43 parcelas. La mayor parte corresponde a las variedades tintas: garnacha (65% de todo el viñedo plantado) y cariñena o samsó (20%). Un 10% del viñedo es de variedades blancas autóctonas: garnacha blanca y macabeo.

El otro cultivo emblemático de Mas d’en Gil es el olivo. Tenemos 2.000 oliveras arbequinas centenarias plantadas en laderas y terrazas, con las que elaboramos un aceite afrutado de gran calidad y reputación. Este cuadro agrícola de fuerte personalidad mediterránea se completa con los almendros y avellanos plantados en los puntos más fríos, y los bancales de avena y otros cereales, que empleamos como compost o como forraje para la mula.

Mosaico de cultivos y vegetación

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hectáreas de viñedos

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hectáreas de olivos

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hectáreas de almendros y avellanos

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hectáreas de cereales

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hectáreas de bosque y terrenos baldíos