Medias lunas sonríen a la garbinada
La imagen icónica de Mas d’en Gil son las cinco colinas que, en forma de media luna, cierran el ancho valle de La Coma, bajo la influencia gentil del viento de garbinada. Estas vertientes, abiertas al despertar del sol, forman en verano una composición ondulada de intenso verdor. Con gesto amable van bajando hacia el bosque de ribera que protege el curso del barranco de Els Molins, donde todavía se observan las ruinas de los antiguos molinos que daban servicio a Bellmunt y los pueblos de la cuenca del río Siurana.
Altitud: de 300 a 330 msnm
Orientación principal: Este y Oeste
Área: 25 hectáreas
Clima
La garbinada, el refrescante viento procedente del Mediterráneo, llega fácilmente a La Coma. Su efecto es benéfico: en las tardes veraniegas, alivia el calor y garantiza una buena maduración de las uvas. En el extremo más bajo del valle, un cierto frescor remonta por los barrancos contribuyendo al equilibrio microclimático.
Terroirs
Fragmentada y fría, la pizarra cubre las cuestas y terrazas de La Coma, aportando el perfil de mineralidad característico de las mejores garnachas y cariñenas prioratinas.
Cultivos
La viña domina indiscutiblemente la agricultura de las laderas curvilíneas. Garnacha en las laderas más altas y cariñena en las bajas, el cuadro vitícola del valle es abundante y de gran calidad. Hay algún cultivo cerealístico y los olivos se alinean a las crestas conformando una visión de finca clásica.
Espacios
En el extremo norte de esta zona se encuentra la entrada a la antigua Mina Renania, una de las que integran el conocido conjunto de minas de Bellmunt. La Renania fue abierta a finales del siglo XIX y cerrada poco tiempo después porque no era productiva.
Vinos
Del valle de La Coma proviene gran parte de las uvas con que se elaboran los vinos de finca: el tinto Coma Vella y el blanco Coma Alta.