Se cree que la actual finca, como la mayor parte del Priorat histórico, estuvo bajo el control de la Cartuja de Escaladei por espacio de seis o siete siglos, hasta que la desamortización de 1835 puso fin al largo dominio monacal. Después de un periodo del que no tenemos referencias, sabemos que a mediados del siglo XIX Francesc Gil i Borràs (1828-1885) adquirió la propiedad, que entonces tendría 120 hectáreas de viña. La registró en los documentos municipales con su nombre de familia: el Mas d’en Gil.
Emprendedor, periodista, agricultor, hombre de intensa vida pública, Francisco Gil fue una persona muy popular en su Reus nativo. Cargo importante dentro del Instituto Agrícola Catalán de San Isidro, impulsó la vid en el Camp de Tarragona y el Priorat. Su actividad agrícola y vinícola fue intensa. Fue un pionero en embotellar vino del Priorat, consiguió reconocimientos en numerosas ferias internacionales y a él se debe la creación de uno de los primeros espumosos catalanes, el Champagne de Reus, muy afamado a finales del XIX.
Cuando murió sin descendencia, la finca pasó a manos de una familiar, casada con el empresario y político Albert Rusiñol, hermano a su vez del artista Santiago Rusiñol, uno de los grandes nombres del Modernismo catalán, quien habría visitado el Mas d’en Gil en algunas ocasiones. Esta etapa, que se extiende más de 40 años, hasta 1931, se conoce como la de la familia Rusiñol-Gil, que tuvo el acierto de asegurar la continuidad de la labor agrícola.