Mil años de agricultura
En una suave hondonada muy cerca de la masía, en su parte sudeste, se alza el olivo más viejo de la finca. Plantado hace casi un milenio, es un símbolo viviente de la continuidad agrícola de Mas d’en Gil desde antes incluso de la llegada de los monjes cartujos de Escaladei. El emblemático árbol, que quedó muy dañado por la nevada de 2009, está rodeado por laderas de vid, algunas encinas dispersas y pequeñas fanegas de cereal, un conjunto que semeja un ondulado cuadro del campo mediterráneo ancestral.
Altitud: aproximadamente 300 msnm
Orientación principal: Sur
Área: 10 hectáreas
Clima
Orientado al mediodía, el Clot de l’Oliver es un semicírculo luminoso abierto a la entrada de la garbinada. El agradable viento de mar suaviza las temperaturas extremas, especialmente durante las tardes de verano.
Terroirs
Pardos y marrones, con vetas azuladas y anaranjadas, los suelos están cubiertos de la pizarra común que domina la mayor parte de los terrenos de la zona.
Cultivos
El lugar es propicio para un mosaico agrícola diverso y equilibrado. Olivos, avena y cebada, viñas en ladera y terraza. Las variedades de vid que cultivamos son la cariñena en las partes bajas, y la garnacha negra y blanca en las zonas altas.
Vinos
Los viñedos de uvas tintas más viejas se destinan a la selección del Clos Fontà, el vino más preciado de Mas d’en Gil. La garnacha blanca se emplea en la elaboración del Coma Blanca, el gran vino blanco de la finca.